En estos días hay muchas personas compitiendo por atención y recursos para crear su emprendimiento (o startup, pues), desde dinero e inversión hasta mentoría y promoción en redes sociales. Todos tienen derecho a pedir, pero los recursos para dedicarles no son infinitos.
Con esta idea en mente, he creado una pequeña lista para evaluar si vale la pena invertir tiempo y recursos en un emprendimiento o no. Revisa si el emprendimiento:
- No tiene un producto tangible que un usuario puede ver o probar, ni siquiera como prototipo.
- Su modelo de negocio esta basado en a) dinero del gobierno; b) publicidad; c) donaciones; d) no existe.
- No tiene objetivos de éxito ni métricas de desempeño definidas o claras, ni manera de medirlas.
- Los fundadores pasan más tiempo promoviendo su idea o buscando recursos que construyendo un producto.
- Los fundadores y su equipo carecen de habilidades técnicas de diseño o programación.
- Gastan más dinero en promoción y mercadotecnia que en cualquier otra cosa («fake it until you make it«).
- Los fundadores carecen de conocimiento profundo o experiencia personal en el tema al que se refiere su emprendimiento, aunque «se apoyen en expertos».
Si un emprendimiento cumple con cuatro o más de estos siete puntos, entonces va en camino a volverse estafa o #mame. Valdría la pena replantearlo por completo o dejarlo pasar de largo a riesgo de perder tiempo y recursos que otros emprendedores necesitan.